En la extensa historia de relación con la planta del cannabis, ella nos ha transformado a nosotros y los humanos hemos transformado la planta. Sería absurdo tratar de mimetizar o tergiversar el resultado transformador de nuestra íntima relación con esta planta, proceso en el cual hemos aprendido a conocerla, desentrañar sus secretos y usarlos para nuestro beneficio.
En ese proceso de transformación, cruce de cepas y clonaciones hemos aprendido a crear variedades mixtas, con porcentajes variados de sus componentes, cannabinoides y terpenos (olores) que ofrecen unas característica única en su morfología y aspectos biológicos.
Cannabinoides y terpenos, todos son componentes que la planta produce, no necesarios para su funcionamiento. Se le llaman metabolitos secundarios. Entre los cannabinoides, la planta tiene cerca 118 diferentes; de los más nombrados esta el THC que es el de mayor aporte psicoactivo y el CBD el de mayor uso aplicaciones médicas, ambas juegan un papel de balance entre sus propiedades que dependiendo de sus concentraciones afectará el tipo de uso, ya sea medicinal o recreativo. Además del efecto que juegan los terpenos o los olores son los metabolitos secundarios que dan las características organolépticas (aroma y sabor) de las plantas y que constituyen la mayor parte del aceite esencial producido por las plantas aromáticas, cada variedad tiene sus terpenos característicos, estos son producidos por las plantas para atraer polinizadores o alejar plagas; también afectan de manera sensorial nuestro organismo produciendo estímulos de activación además de múltiples beneficios como antiinflamatorios o analgésicos, por mencionar sólo dos.
Los terpenos tienen una importante actividad biológica y terapéutica por ellos mismos. Está científicamente demostrado que los aceites esenciales de las plantas tienen propiedades terapéuticas y conforman la base farmacológica de la aromaterapia. Estos aceites y los terpenos puros no solo se pueden utilizar por la aromaterapia sino que están aprobados como saborizantes en la industria alimentaria siendo compuestos no tóxicos. Sus propiedades terapéuticas dependen específicamente del terpeno en cuestión.
Los terpenos más presentes en la planta de Cannabis y que forman la parte mayoritaria de su aceite esencial son los monoterpenos mirceno, pineno, limoneno, linalool, eucaliptolo, y el sesquiterpeno cariofileno. La variación en el ratio entre estos terpenos es lo que produce el gran abanico de aromas que se encuentran en la planta de Cannabis y ahora se está empezando a descubrir que además pueden participar en la variedad de efectos farmacológicos producidos por el Cannabis y producir sinergia con los cannabinoides.
Siempre hemos escuchado hablar comúnmente de dos términos que clasifican la marihuana de manera general, se refieren a ella como regular y creppy, o también sativa e indica, términos que a nosotros como identidad cannábica nos parecen que han generado bastante distorsión en el imaginario de muchos, tanto a fumadores como no fumadores respecto a que la regular es orgánica y la creepy es química, u otras expresiones, como que la sativa te activa y la indica te duerme, o que la creepy es algún engendro genético que te vuelve loco.
Todo este tipo de distorsiones se dan, debido a la cantidad de información errónea que hay sobre el tema.
Segundo. Respecto a los términos regular y creppy, siempre muchos han pensado, que la regular es más orgánica, más natural, y que la creppy es química, pero realmente ambas pueden ser orgánicas y naturales, la diferencia si radica en que la regular es una variedad sembrada con menos cuidados en su nutrición como planta y además son variedades con menos concentración de componente psicoactivo el THC, es por esta razón es que es más suave. Mientras que el creppy, originalmente el nombre lo recibió una variedad cultivada en orlando, pero la palabra se acuñó para referirse a todo tipo de variedades mejoradas genéticamente, y eso suena a laboratorio y químicos, pero realmente es el trabajo de personas que se dedican al cultivo y escogen las mejores plantas en términos de sus características productivas, concentraciones de THC, CBD, productividad, crecimiento, etc, con lo cual han logrado desarrollar variedades con mayores concentraciones psicoactivas por lo cual te colocan o te traban más fuerte desde punto de vista recreativo, pero eso es todo simplemente es una planta con mejores condiciones productivas y de igual forma puede ser cultivada con abonos orgánicos y ser muy natural.
Tercero. Respecto a las sensaciones relajantes o psicoactivas, o que te de mas sueño o más activado, o más paranoico o eufórico. Todas estas sensaciones son resultado de la mezcla de las concentraciones de THC, CBD, y tipos de terpenos que tenga cada variedad, no importa si es más indica o más sativa, dependerá directamente que porcentajes y proporciones tenga dicha variedad.
Frente a la cantidad que fumas y cuanto te colocas depende de tu organismo, del estado energético, del grado de hidratación, mejor dicho de tu metabolismo, más la variedad o híbrido que estes fumando, la calidad con que fue cultivada dicha variedad, más el rigor que fue secada,, y por último los tipos de terpenos que tenga cada variedad hará su aporte a la sensación que sentimos. Los terpenos y los cannabinoides comparten rutas biosintéticas, y de hecho los cannabinoides son compuestos terpeno-fenólicos. En la planta de Cannabis los terpenos también comparten con los cannabinoides los sitios de biosíntesis y de acumulación es por esta lo que termina definiendo cuánto te colocas, respecto al uso recreativa y para el medicinal estarán buscando la combinación exacta para cada paciente o enfermedad. Sabiendo esto ya puedes construir un mejor criterio respecto a qué esperar cada vez que fumas y entender mejor el efecto que hace la planta en nuestro cuerpo.
En general el conocimiento de estos compuestos vegetales, de su uso, su funcionamiento al ser recibidos por nuestro sistema endocanabinoide y sus resultados, nos dan un panorama mucho más amplio sobre las capacidades aplicadas del cannabis y cómo poco a poco podemos ir dejando de lado todos esos mitos y verdades a medias sobre una planta que nos brinda beneficios en muchas de sus formas. La meta es producir un cambio en nuestra cultura y en la dinámica social en la que interviene el cannabis y así darle el lugar que merece en nuestras vidas. Como planta de la huerta, como medicina que nos cura y amplía nuestra percepción del mundo.