De nuevo se generó la alerta sanitaria por parte del INVIMA por productos cannábicos en el mercado de Colombia. Ya había sucedido recientemente en 2017 y 2022 por algunos reportes y denuncias ciudadanas, y en esta ocasión ya han generado dos importantes anuncios que han repercutido en los medios, pero especialmente en los circulos políticos por el ambiente pre-electoral y de campaña que se está dando frente a las elecciones regionales.
Estas últimas alertas se han generado específicamente por la similitud que tienen los empaques de las gomitas reportadas por el INVIMA, con algunos productos de rotación nacional y de marcas internacionales. Los medios de comunicación han llamado la atención sobre las marcas y colores utilizados en estos productos de uso adulto, lo que puede causar confusión y su uso inadecuado por menores de edad al confundir los productos.
En este contexto hablamos con Dyron Escobar, representante de la marca 3chomes que precisamente tiene entre sus servicios la planificación y producción de empaques para la industria del cannabis y nos ayudan a conocer algunos pormenores a tener en cuenta a la hora de empacar, rotular y almacenar estos productos derivados del cannabis y que nos llevará a entender que si existen alternativas importantes que prevengan el consumo de cannabis en menores.
Que es 3chomes?
3chomes es una empresa colombiana que brilla con pasión por la seguridad de los niños y la excelencia en la industria del cannabis. Su enfoque está en la producción y distribución de empaques seguros a prueba de niños, un escudo protector que previene la exposición accidental de los más pequeños a estos productos.
Con una visión inspirada en la seguridad y la calidad, han propuesto modificaciones a las leyes locales para reflejar las normativas de California en envasado y etiquetado, buscando una industria del cannabis más segura y responsable en Colombia.
3chomes (@3chomes en Instagram) también se esfuerza por educar y concientizar sobre los riesgos del consumo de cannabis, tejiendo un futuro donde la seguridad y la calidad sean la esencia de esta industria.
Esta empresa ofrece además en su portafolio, consultorías orientadas a empresas del sector cannabis, ofreciendo soluciones personalizadas e integrales que ayudan a sus los desafíos del mercado actual en:
NEGOCIOS
MERCADEO
EMBALAJE Y LOGÍSTICA
Más especializados en este último punto, embalaje, diseño de productos y empaques que aportan confiabilidad y seguridad de valor a los productos.
Hablando directamente de la situación que advierte en INVIMA, qué papel cumple el prohibicionismo de la comercialización de cannabis en la aparición de este tipo de empaques?
El prohibicionismo a creado un entorno donde la regulación es insuficiente o inexistente. Esto ha brindado pocas opciones para los empresarios y emprendedores para obtener la información adecuada y poder diseñar sus empaques de manera responsable y en consonancia con nuestra realidad actual.
La falta de regulación también dificulta la aplicación de estándares de seguridad, como los empaques a prueba de niños, que son esenciales para prevenir la exposición accidental de los niños a productos de cannabis. Por lo tanto, el prohibicionismo no solo fomenta la proliferación de empaques llamativos en el mercado negro, sino que también pone en riesgo la seguridad de nuestros niños.
Hay también un problema importante en la forma la cual se argumenta el tema de los colores y diseños llamativos que inducen al consumo.
Tenemos hoy comestibles en forma de “gusano” un “oso” o formas y sabores a frutas entre otras figuras llamativas que en el mercado legal, inducen al consumo de la droga llamada AZÚCAR, que se vende y regala libremente a los menores en los colegios con poca restricción de colores y diseños que, los más pequeños con solo verlos se les nota la explosión de ansiedad. Claramente se ha creado un consumo influenciado de dicha droga.
La industria del azucar mueve miles de millones de dolares al año, y es una de las más adictivas.
En contraste, el prohibicionismo en su “fuerte argumento” de que el cannabis es “malo” (con pocas bases sólidas) exige que la publicidad o diseños aplicados a los productos de la planta no puedan ser alusivos al consumo de cannabis (para adultos obviamente), utilizando las mismas reglas que con el caso del AZÚCAR. Esto implica que un diseñador tendrá pocos recursos de color e imagen y solo le queda jugar con algunas tácticas del mercadeo, como la nostalgia y los recuerdos de esas marcas que usamos antaño, o utilizar diseños de lo común para camuflar que el empaque contiene cannabis o sus derivados. Eso es resultado del prohibicionismo, porque no hay una regulación al respecto que ajuste y determine esas posibilidades.
Es claro que para un niño el cannabis (hojas, planta, cogollo o similitudes) no es de gusto o placer, naturalmente no le llama la atención consumirlo. “cuando fue la ultima vez que escucho a un niño o niña decir, quiero comer vegetales por impulso propio, sin que un adulto se lo sugiera por su bien? “, porque eso es al final, un vegetal, una planta.
Es por todo esto que poner sobre la mesa reglas claras sobre el empaque y el diseño, es un camino que debe ser recorrido de la mano con las políticas de drogas que en este momento histórico son tan cambiantes.
Un problema más allá del empaque.
La producción de estos productos emulsionados con cannábis no es económica. Requieren procesos físico-químicos complejos que encarece su producción, aún más si las flores son de buena procedencia y bien cultivadas como se suele llamar al material vegetal que se produce por fuera del microtráfico. El material prensado nunca será materia prima de calidad para comestibles.
En el mercado un tarro de gomas con CBD (o THC) está en el orden de los 150 o 180 mil pesos, según la marca, por lo que desde la lógica de quienes conocen los procesos de producción es difícil pensar en que estas gomas sean deliberadamente llevadas a un mercado con poco poder adquisitivo, como son los colegios, con el objetivo de venderlas. Por lo que es más plausible la tesis de la ingesta equivocada o accidental por parte de menores por el tema del empaque y la facilidad para abrirlo o acceder a él, más allá de si el objetivo es la venta, cosa que ya deben estar regulando, no solo las autoridades policiales, sino los padres y autoridades correspondientes en las instituciones educativas.
Cual es la propuesta de valor de 3chomes para el mercado emergente de la industria del cannabis?
La propuesta de valor que 3chomes trae al mercado emergente de la industria del cannabis en Colombia es la garantía de seguridad y calidad. Somos pioneros en la creación y distribución de empaques a prueba de niños con más de 3 millones de empaques vendidos en Estados Unidos a empresas cannabicas, lo que significa que somos los guardianes de la protección de los más pequeños y la calidad de los productos de cannabis.
Nuestra experiencia en mercados internacionales nos ha permitido aprender de las mejores prácticas y aplicar ese conocimiento en el mercado colombiano. Proponemos modificaciones a la legislación local para asegurar que los estándares de envasado y etiquetado sean seguros y efectivos.
Además, nuestra labor no se detiene en la producción de empaques. También somos educadores y concientizadores, trabajando incansablemente para informar sobre los riesgos del consumo de cannabis y la importancia de los empaques a prueba de niños.
Cual es la experiencia en mercados internacionales respecto a los empaques y cómo podríamos implementarlo en Colombia?
La experiencia en mercados internacionales respecto a los empaques a prueba de niños ha sido positiva y ha demostrado ser efectiva en garantizar la seguridad de los niños y la calidad de los productos de cannabis. Países como Estados Unidos y Canadá han implementado regulaciones estrictas en cuanto al envasado y etiquetado de productos de cannabis, incluyendo el uso de empaques a prueba de niños certificados.
En Colombia, podríamos implementar un enfoque similar basado en las mejores prácticas internacionales. Esto implicaría la modificación de la legislación existente como lo esta implementado el proyecto de ley de Alejandro Ocampo, para incluir requisitos específicos de envasado y etiquetado que sean seguros para los niños. Además, sería fundamental establecer un sistema de certificación y control de calidad para garantizar que los empaques cumplan con los estándares de seguridad.
La educación y la concientización también jugarían un papel importante en la implementación de estas regulaciones en Colombia. Sería necesario informar a los fabricantes, distribuidores y consumidores sobre la importancia de los empaques a prueba de niños y los riesgos asociados con la exposición accidental de los niños a productos de cannabis.
En resumen, la experiencia internacional en cuanto a empaques a prueba de niños puede servir como modelo para la implementación de regulaciones similares en Colombia, con el objetivo de garantizar la seguridad de los niños y la calidad de los productos de cannabis en el mercado colombiano, con miras a avanzar en una legislación clara, el acceso a información veraz sobre el consumo, la reducción de riesgos y la desestigmatización de las sustancias derivadas del cannabis y sus consumidores.