La segunda versión del CannaHemp. Un derroche de música y cultura

Desde hace varias semanas estábamos esperando que llegara este encuentro. Si la primer versión estuvo a la altura, en esta ocasión, esta versión 2.0 entregó un 200% y nos trajo nuevas y fabulosas actividades que hicieron el disfrute de todos los que asistimos.


Los toldos dispuestos, el escenario a un costado del patio central de la casa, el dia soleado. Todo listo para que nos reuniéramos en torno a la cultura del cannabis y la buena música, que este sábado tuvo como protagonistas el rock, el punk y la salsa, tres ambientes musicales que confluyeron muy bien y que fueron el trasfondo para disfrutar de una tarde de buenos humos.

Esta apuesta al explorar otros aires musicales, fuera del ambiente hip-hop (que también estuvo presente el día domingo junto con el infaltable reggae) diversifican dentro de nuestra misma cultura e invita a protagonistas de otros sectores artísticos a colaborar en el ámbito cannábico brindando un espectáculo de calidad y único que nos permiten momentos tan inesperados como ver al “Violenn” cantando salsa.


Allí estuvieron las caras de siempre, y las nuevas también. Nuevas marcas van surgiendo y muchas se mantienen en el tiempo consolidándose como patrocinadores de estos eventos, como exponentes con sus productos, como protagonistas. Eso es lo que ha permitido el éxito recurrente del CannaHemp, ahora en su segunda versión.

Al micrófono, David “Marcha” (de la CCC) dando el 110% animando y mencionando a los participantes que hicieron posible la organización y ejecución. La unión desde la empresa privada y también de los emprendimientos lo ha permitido una vez más en cabeza de la Fundación María Dolores y otras organizaciones que se articulan y aportan en conocimiento y apoyo para realizarlo al mismo tiempo que realizan una labor benéfica al recolectar donaciones de alimentos no perecederos. Lo mencionamos en las redes sociales de alguna forma, pero vale la pena resaltar de nuevo que son muchos los que lo hacen posible, muchas veces sin obtener ganancias monetarias significativas, por amor a la planta, por ver crecer la cultura, por seguir apostándole a este sueño que se llama la Sociedad del Cannábis.


También hubo espacio para el aprendizaje y las charlas, donde se presentaron testimonios de algunos pacientes y profesionales de la planta como la Doctora Greicy, nos contó su experiencia en tratamientos en menores con condiciones neuronales y de otros tipos que superaron etapas clínicas de tratamiento y encontraron en el cannábis una oportunidad de sanar y tener una mejora en su calidad de vida. Tener la oportunidad de afianzar en nuestra memoria estos testimonios y ser testigos de los resultados de los tratamientos con “maría” nos permiten tener argumentos para la construcción de una narrativa colectiva positiva en pro del autocultivo de la planta y sus beneficios para nuestra sociedad y la salud en nuestros días.

Los abrazos se seguían entrelazando, los encuentros son el momento común en los espacios cannábicos y en este caso, cada quién después de llegar y saludar, buscaban un lugar para sentarse y comenzar a disfrutar de sus buenos porros, acompañados de una cerveza o simplemente recorrieron de tanto en tanto los stands comerciales que iban desde ofertas medicinales cannábicas con productos con CBD, artículos de parafernalia y de fuma, ropa, oferta gastronómica, autocultivo, arte, asesorías, y muchos más. Hubo para escoger para todos los gustos y para todas las economías.

Hacia el final de la tarde de esta primer jornada del Sábado 20 de julio la música se tomó en serio la escena con temas del punk y la salsa que encendieron los relajados ánimos en invitaron a bailar y entonar las canciones programadas por Rafael Augusto y el Señor Noche. Una luna casi llena nos acompañaba desde el firmamento y la frescura hizo su presencia en el ambiente.


La diversión fue la carta protagonista en esta feria, había stands como el de INCA MEDIC, con juegos de ruleta y premios en productos, al fondo del lugar instalaron una pared con la imagen de Snoop Dogg, con un porro gigante que se sobreponía a la imagen del edificio Coltejer y en cuyo extremo los asistentes podían poner su cara y tomarse un par de fotos. No muy lejos de allí una exposición de algunas espectaculares motocicletas, (entre ellas una Enduro DT 175 y una YAMAHA FZ) adornadas con los colores propios de la marca CLEAKERS, al fondo dos grandes pendones con todas las marcas participantes. En otro costado había un grupo de asistentes esperando su turno para la Smokebox, otra de las atracciones que nos garantizo una experiencia inmersiva.

El éxito estuvo en los detalles. En términos generales, CannaHemp 2.0 fue cumplir con las expectativas y un poco más, una feria musical y comercial que innova, conformada por una organización resiliente, que incluye elementos musicales más amplios, espacios de aprendizaje y de encuentro para hacer espacio al comercio y que pone un sello propio entre los espacios que generan cultura, fomentan el autocultivo y ofertan una variedad para el esparcimiento y el disfrute.

¿Y tu, estuviste en el CannaHemp 2.0?

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