Colombia en la mirada de un extranjero local

En general, la Cultura Cannábica se caracteriza por estar llena de gente generosa, dispuesta a compartir su conocimiento, su tiempo y sus flores.

Tal vez por eso acompañar a “Nico” en su trayectoria por Bogotá y Medellín se sintió como recibir a un hermano que vuelve a casa.

Pedro Nicoletti es un investigador científico, activista cannábico desde hace 15 años y especialista en control de calidad de Cannabis para su uso terapéutico.

Su visión política sobre el cannabis se basa en empoderar a la comunidad de pequeños productores a través de metodologías de análisis e indicadores que permitan a los consumidores elegir de manera informada, sin estar obligados a comprar a grandes farmacéuticas.

Nos sentamos en la emblemática casa cultural y espacio de consumo seguro, Casa María, para hablar sobre su visita:

¿Por qué estás en Colombia?

“Volví a ver cómo está la situación y también a compartir conocimiento sobre mis últimas investigaciones.”

¿Cómo has visto la industria en tu regreso y cómo la quisieras ver?

La verdad, reducida.

“Veo que la comunidad cannábica independiente ha crecido, mientras que el sector empresarial se ha contraído. Trabajé con mucha ilusión en el levantamiento de la industria cannábica colombiana para empresas locales que creyeron e invirtieron mucho entre 2018 y 2019, pero vi también los costos de la especulación y la llegada de inversionistas que hicieron colapsar muchas empresas mundialmente con sus medidas irreales sobre rendimiento.

Después de 20 años de ver un crecimiento exponencial en la industria, seguido de una caída en la inversión y el rendimiento de muchas empresas cannábicas, la enseñanza sigue siendo la misma: nadie mejor que los consumidores y cultivadores para experimentar y guiar al resto en su proceso de descubrimiento.”

Siempre abogando por los modelos de desarrollo comunitario, hago énfasis en enfoques que van más allá del producto, ofreciendo un servicio integral que no solo incluye la producción y dispensación del remedio, sino también el acompañamiento y la comprensión de sus efectos.

Sobre los eventos cannábicos, destaca:

En un contexto de desigualdad donde solo grandes productores son parte del mercado formal, es imperante aprovechar los eventos de la región para defender ciertos discursos.

“He visto cómo los pequeños productores y participantes del legado, de la cultura legacy, tratan desesperadamente de permanecer en el mercado. Por ejemplo, en California, donde yo trabajé, ninguno de mis colegas sigue en cannabis; el cultivo extensivo arrasó con todo. Mi idea no es loca: quiero que los cultivadores y conocedores de la planta puedan participar de una economía legal donde hubo una inserción increíble de gente muy diversa, pero que gracias a una mala reglamentación, hoy esa diversidad desapareció.”

Durante estos meses de exposiciones en toda la región, convergen tomadores de decisiones (grandes empresarios, lobbistas, políticos y activistas), pero se cuenta la misma historia:

“La gente que se libera de un cáncer o de una epilepsia con cannabis lo que más desea es ver a otra gente salir de esa condición. Por eso, el tratamiento se hace con mucho gusto, cariño, alegría y ayuda a las personas a obtener la tranquilidad necesaria en su tratamiento para poder experimentar con distintas sustancias que mejoren su calidad de vida.”

¿Qué estás haciendo ahora y cuáles son tus planes?

Actualmente, estoy desarrollando una investigación ambiciosa centrada en la calidad del producto cannábico. Mi trabajo abarca múltiples dimensiones: desde la validación de métodos de producción que empoderen a los pequeños productores hasta el análisis de los factores de calidad que influyen en las decisiones de compra y la efectividad de los tratamientos. Como parte de este proyecto, estoy montando una startup universitaria para certificar la producción de cannabis, con capacidad de realizar análisis completos de cannabinoides principales, sus versiones ácidas, terpenos y contaminantes.

Al mismo tiempo, continúo asesorando algunas asociaciones, manteniendo mi compromiso con el desarrollo y la transformación de la comunidad cannábica.

Salimos de Casa María y Nico se despide repitiendo la consigna: “Protege tu proyecto y a los tuyos, vendrán sirenas a cantarte al oído y hacer promesas sobre grandes capitales y exportaciones, pero sabemos quién sostiene la cultura cannábica: lxs growers y consumidores como tú y yo.”

Una entrevista de Ana cristina Ramos
@analapelotahumana

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