De las creencias y el misticismo a la ciencia del Cannabis.

Durante unos 6.000 años el cannabis ha acompañado al hombre y se podría decir que tanto humano como planta, se han domesticado durante estos miles de años, adaptándose el uno al otro para beneficio de ambos. Los humanos recibimos los beneficios medicinales de la planta y esta asegura la multiplicación de su linaje y la perpetuación de los mejores genes. De hecho se piensa que la marihuana de nuestros días es mucho más potente, resinosa y con características físicas un tanto diferentes a sus antiguos predecesores del cáñamo.

Durante cientos de generaciones la interacción que hemos sostenido con este ejemplar del mundo vegetal ha brindado sus frutos y hoy reconocemos sus beneficios y aplicaciones prácticas en múltiples campos de las necesidades y las ciencias humanas. Sin embargo no siempre fue así. Arqueólogos y profesionales en Historia han encontrado al rededor del globo diversas señales inequívocas del uso del cannabis en rituales realizados por las tribus primigenias de nuestras civilizaciones, un aditivo religioso que complementaba muy bien el ambiente místico y sobrenatural que seguramente caracterizaba estos sacramentos.

Los humos generados por la quema del cannabis en los recintos cerrados de los sacerdotes-adivinos transmutaba sus conciencias y les hacía entrar en una visión diferente de la realidad que les permitía analizar e incluso predecir las circunstancias para sus iguales, esto unido a conocimientos ancestrales de los ciclos de las estaciones, los astros como la luna y el sol que influían en la dinámica de los cultivos e inundaciones. Extrapolaron estas influencias hasta deducir que las estrellas debían influir en las vidas de las personas, en los beneficios divinos que merecíamos recibir y las desgracias que nos afectaban colectivamente. Eran tiempos de misticismos y desconocimiento científico que formaron nuestras creencias sobre el universo.

En la antigua china, el considerado padre de la medicina ancestral, el Emperador Shen Nung en su búsqueda por curar y prevenir enfermedades relacionadas a su arduo trabajo, como lo era la agricultura, escribió una enciclopedia en la cual relata las diversas pruebas o experimentos que realizaba al consumir diferentes derivados vegetales, animales y minerales de entre los cuales se destacaba en cannabis. Por tanto, la enciclopedia médica “PenTsao” se convierte en el primer documento en donde encontramos el uso medicinal y científico del cannabis.

En el año 2000 A.C. la cultura India empleaba el cannabis en diferentes ritos medicinales y espirituales mientras que 500 más tarde (1.500 A.C.) Egipto registra algunas recetas médicas a base de cannabis. Estos acontecimientos son muy importantes ya que gracias a los estudios y reportes médicos de estos países del medio oriente, conocemos algunos de los beneficios y usos del cannabis como por ejemplo, el tratamiento para problemas de ansiedad, epilepsia entre otros.

Una planta de poder.

Entre las sociedades indígenas las plantas son seres animados que interactúan con el hombre. Los árboles representan la imagen del cosmos y del territorio, también son gente y tienen diferentes tipos de sangre. Todas las plantas poseen diversos grados y clases de “energía” que les otorgan su poder de curación y transformación. Los hombres asumen una identidad vegetal en cuanto se definen como Hombres de Maíz, Hombres-Yuca, Hombres-Coca u Hombres-Tabaco.

Los sacerdotes, chamanes y otros hombres adultos de ciertos grupos emplean diversas plantas -coca (Erythroxylum coca), tabaco (Nicotina tabacum), yopo (Anadenanthera peregrina), yajé (Banisteriopsis caapi) y muchas otras- en su vida religiosa, para entrar en contacto con los Dueños de los animales, los Dioses o los Espíritus de los antepasados. Son plantas fundamentales en los ritos de adivinación, curación y preparatorios de la cacería, y fuente de conocimiento.

LAS PLANTAS DE PODER – precolombino.cl – 🔗

El uso de Plantas para conectar con la naturaleza, con nuestros ancestros o los espíritus de los elementos ha estado relacionado con nuestras culturas, religiones y creencias desde tiempos antiguos. Cientos de generaciones de humanos en diferentes lugares del planeta han utilizado estos fito-compuestos para integrarlos a sus sistemas internos (digestivo, nervioso…), complementando así sus rituales y sanaciones.

Cuando se mastica, la hoja de coca actúa como un estimulante ligero y ayuda a combatir el hambre, la sed, el dolor y el cansancio. También ayuda a superar el mal de alturas. Cada día, millones de personas en los Andes mastican hoja de coca y beben mate de coca sin experimentar ningún problema. De hecho, las culturas indígenas consideran que se trata de una práctica sagrada. El mate de coca también se utiliza fuera de la región andina. La coca, por ejemplo, se usa de manera generalizada en dos provincias del norte de Argentina. Y cada vez se utiliza más la harina de coca como complemento alimenticio.

Hoja de coca: mitos y realidad – tni.org – 🔗

Cada vez encontramos más y mejores usos para el cuerpo y para la mente. Las plantas poseen el secreto para la larga vida y para la conexión interior. Sin embargo esa conexión interior va más allá de lo místico lo mágico o lo irreal. En nuestros días la ciencia ha demostrado con un amplio margen los efectos y sensaciones que se derivan al consumir tal o cual sustancia. En el caso del cannabis se da un equilibrio y se refleja en los síntomas físicos cómo en el estado mental de quien lo consume:

Cuando se consume marihuana, fumada, vapeada o ingerida, los cannabinoides interactúan con diversos receptores del cerebro y el cuerpo (que forman parte del sistema endocannabinoide). De esta manera, el consumo genera distintos síntomas o signos en los consumidores.

Las membranas de algunas células nerviosas contienen receptores de proteína que retienen el THC. Al interactuar con estos receptores, el THC produce una gran variedad de efectos sobre el cuerpo, como sentimientos de euforia, relajación, alegría, y mucho más.

Cómo actúa el cannabis en el cerebro? – orumgirona.cat – 🔗

El uso de nuevos términos y razones basadas en la ciencia para encontrar los “porqué” del cannabis en el cuerpo, de sus beneficios a nivel cancerígeno, mental, anímico y un largo etcétera que corresponden a sus beneficios hacen que el misticismo con que ha venido siendo relacionado, dé paso a un nivel de análisis e investigación que permiten profundizar aún más en sus propiedades terapéuticas y las capacidades físicas de la planta.

Lo mismo está sucediendo con otras sustancias (el DMT, la psilocibina, los hongos, LSD) que hoy en día pasan por los métodos científicos y se van procurando un adecuado lugar entre las sustancias terapéuticas, sanadoras y paliativas que extraen las mal llamadas “Drogas” del lugar nefasto que les fueron dadas. El camino que se va dando, a rastras, en medio de legislaciones confusas y de una memoria colectiva que no quiere desaprender esa aversión a las drogas, es un camino de ciencia, de verificación, experimentación y resultados comprobables.

El éxito de estos procesos de avanzada estarán dados en la medida que vamos dándole un verdadero crédito a lo que la planta del cannabis representa en términos de beneficios y hablemos de eventos comprobables. Si han de aplicarse métodos de cultivo, secado, curado y almacenamiento, que se realicen mediante los procesos ancestrales, si, pero aplicando la ciencia de nuestros días. No las pseudociencias ni caminos “ocultistas” que lo único que hacen es enceguecer la verdad y los resultados verídicos de una experimentación rigurosa.

“Es mucho lo que la ciencia no entiende, quedan muchos misterios todavía por resolver. En
un universo que abarca decenas de miles de millones de años luz y de unos diez a quince miles
de millones de años de antigüedad, quizá siempre será así. Tropezamos constantemente con sorpresas. Sin embargo, algunos escritores y religiosos de la «Nueva Era» afirman que los científicos
creen que «lo que ellos encuentran es todo lo que existe». Los científicos pueden rechazar revelaciones místicas de las que no hay más prueba que lo que dice alguien, pero es difícil que crean
que su conocimiento de la naturaleza es completo.”

Carl Sagan – El Mundo y Sus Demonios – 1995

Deja un comentario